Las Buenas Intenciones y el Conflicto
Cuando necesitemos hablar con otros acerca de sus defectos, actuaríamos sabiamente si primero le pedimos a Dios que nos ayude a resistir el impulso de mostrarle a la gente lo equivocados que están. Si no damos ese paso, todo lo que nos queda es nuestra propia sabiduría (que ha demostrado ser débil) y sentimientos de menosprecio hacia la persona que está equivocada. Todos sabemos cómo el juicio desalienta. Es por eso que nuestro enfoque principal no debería estar en la culpa que alguien cometió. Más bien, debemos centrarnos en la seguridad de que Jesús nos ha perdonado nuestros pecados y que está dispuesto a ayudarnos a mejorar nuestra forma de vida.
When we need to talk to others about their shortcomings we would do wisely to first ask God to help us resist the urge to show people how wrong they are. If we do not take that step, all we are left with is our own wisdom (which has proven to be weak) and feelings of lesser worth from the person who is in the wrong. We all know how judgment discourages. That is why our primary focus should not be on the fault someone committed. Rather, we should focus on the assurance that Jesus has forgiven us our sins and that he is willing to help us change our ways of life for the better.